Calabruix

Guillem Santandreu era un artesano de la piel y el cuero que decidió montar un taller en 1887, conocido como Can Bavalei. Empezaron haciendo zapatos y después se especializó en sillas, con una técnica específica, y cinturones. El hijo del fundador se puso al frente del taller continuando con el oficio. A medida que pasaban los años, la demanda de estos productos cayó por motivos como los nuevos materiales de producción, las grandes industrias de la madera, etc.

Guillem, tercera generación de la familia y con el mismo nombre que el padre y el abuelo, en 2003 traspasó el negocio a Ana García, que continúa con el oficio artesano de la peletería y, además de coser, ha ampliado la oferta de productos. En el año 2006 trasladó el taller al paseo de Antoni Maura y añadió espacio para la tienda, con la singularidad de ser una casa típica mallorquina de Na Camel·la, en el casco antiguo de Manacor.

Cabe destacar que elabora todo tipo de productos con piel, como por ejemplo cinturones, encargos a medida, zambombas, asas de capazos y vestidos de demonio para las fiestas de toda Mallorca, realizados con productos de la isla (piel, barro, pleita, madera, etc.). Son los únicos productores de sillones fraileros de la isla; por ejemplo, hicieron los sillones del Ayuntamiento de Palma y los de la sala de plenos del Ayuntamiento de Inca. Además, Calabruix dispone de un amplio surtido de auténtica artesanía de Mallorca.